viernes, 22 de febrero de 2008

tEpOZTLAN



Subi a tus montañas casi con las viseras saliendo, con la presion alta con un calor de los diez mil infiernos al cuadrado, entre en tus arboles y tus piedras perdidas de muchos siglos atras, donde nuestros antepasados cargaban con mecapales esas cargas de caminos primerizos.
Oli las paredes de tu iglesia vieja, como patas de elefantes cimentadas la una a la otra, con enormes bloques de pasado con colores cafes , el hermoso resplandor de ese sol tan exacto y al que amo , ese que es el sol de las 5 de la tarde en punto.
Logre escalarte, y pense que en un falso con mis delgados pies me iba a resbalar, estrepitosamente caer hasta que mi craneo se rompiera. Pero no fue asi , te escale, y subi a tu piramide y vi cuervos , esos que resultaron los amigos mas dichosos de el alma.
El alma se fue , mas alla de los lindes donde los turistas podian caminar, cruzo un rio de hojas secas, un escondido vacio, pego su pecho en un pequeño monte que lo ayudo atravesar hasta la solitaria piedra que queria llegar.
Y vio cuervos y yo los vi tambien, por que estaba vestida de rojo y sin sosten.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

See Here or Here

Anónimo dijo...
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