Ya no hay agua debajo de la cama, todavía la humedad provoca frío. Planear con palabras los designios del destino, ser libre observando mas allá del paisaje , acompañando al gato vagabundo a que termine su cena. Resulta una liberación , una negativa al control de lo que nos rodea. No se sabe naciendo, aunque las malas lenguas, nos digan que al momento de conocer la luz , se empiece a olvidar. ¿Y cuando volvemos a la luz nos llevaremos todos los recuerdos resumidos en unos insignificantes segundos? La ansiedad siempre nos acompaña, cuando se esta mareado, tiembla el piso , la conjunción de todo lo que es, se busca algo que pueda estabilizar tanto ajetreo, evitando el vomitar tantos errores. Hay una disyuntiva en hacer o no hacer , mal y bien. Cuando saber parar o correr. ¿Por que tenemos que saber lo que estamos haciendo, planeando para evitar que? ¿Para evitar vivir?
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